Y a decir verdad, ¿Cuánto me va a costar?

Por: Gonzalo Israel Estrada G.

 

 

 

            Cuantas veces hemos tenido la oportunidad de visitar un establecimiento donde el cual el precio está entendido de una manera y la realidad del costo total es muy diferente a la publicitada, Menús de comida, por mencionar algún ejemplo, donde los precios convenidos son uno y al momento de pagar la cuenta es otro muy diferente, por lo que se culpa al IVA y su 10% y se adjudican otro 10% por el servicio que te ofrecieron.

            Esta general y acostumbrada diferencia del 20% entre los precios publicitados y los reales esta debidamente reglamentada como ilegal en la “LEY FEDERAL DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR”.

            El artículo séptimo estipula que el proveedor está obligado a exhibir de manera visible el monto total a pagar por los bienes, productos ó servicios que ofrezca al consumidor.

            Reconozco que en nuestro país se han iniciado una serie de diversas actividades en busca de una publicidad más justa y real en la determinación de los precios,  como lo fue la reglamentación jurídica del Costo Anual Total (CAT) donde las personas conocen todos los cargos inherentes a un financiamiento, como son el total de intereses, el total de las comisiones y el total de los cargos adicionales, entre otros que pudiesen existir, de esta manera los compradores conocen no sólo el monto a pagar por algún bien duradero por ejemplo, sino también la tasa de interés que les costará.

            Cabe destacar que tal medida fue propuesta por el Banco de México con el fin de transparentar los créditos que ofrecen los bancos y Sofoles, sin embargo también cabe resaltar que en otras áreas de compra diferente a los productos bancarios se requieren leyes mas especificas que reglamentan estas practicas desleales contra los consumidores, y mejor aun, comenzar nosotros como clientes una cultura sobre las exigencias de los costos totales de lo que vallamos a adquirir.

 

            Así que la próxima vez que valla a realizar una compra, sin temor alguno pregunte: Y a decir verdad, ¿Cuánto me va a costar?