Las inversiones son como el guardarropa

Las inversiones son como el guardarropa

Ricardo G. Mayer

www.todamujer.com

A primera vista los términos que dan título a este artículo no tienen mayor relación. Sin embargo, he encontrado algunas comparaciones entre ambos que me permiten ilustrar ejemplos para entrar al mundo de las inversiones, tema del que las mujeres en general viven muy alejadas, aunque siempre tienen presente el riesgo que conlleva no tomar las riendas para cuidar y hacer producir su dinero o el de la familia.

Les propongo un juego de imágenes: tanto las prendas de vestir como los instrumentos de inversión tienen diversos usos, precios y características. El guardarropa, al igual que la cartera o el portafolio de inversiones, son completamente diferentes y adecuados a nuestros gustos, necesidades y capacidad económica.

En ambos casos –cartera de inversión y guardarropa– es importante contar con la variedad suficiente para cubrir todo tipo de eventos, desde los informales hasta los de gran gala. Hay que tener cuidado también de que los elementos con que contamos combinen adecuadamente unos con otros. En términos de inversiones a esto le llamamos diversificación, para llegar a tener un portafolio de inversión adecuadamente equilibrado.

La cartera de inversiones de los adultos, por sus necesidades de vida y responsabilidades, es generalmente mucho más conservadora y precavida que la de una persona joven. Lo mismo pasa con las prendas que usamos; la proporción de prendas atrevidas que podemos encontrar en el clóset de una jovencita es usualmente mayor a la que vemos en el de sus padres... Esto puede compararse con una mayor concentración en inversiones de alto riesgo en un portafolio de inversiones.

Por ello es casi imposible dar una respuesta simple a la pregunta: “¿cuál es la mejor forma de inversión que hay?”. Siguiendo con los ejemplos y comparaciones, tanto las prendas de vestir como los instrumentos de inversión son conceptos que se complementan unos con otros.

Los blue jeans, blusas o camisas de algodón y otras prendas sencillas que compramos ocasionalmente en tiendas de autoservicio se pueden comparar con la cuentas maestras, cuentas de ahorro y los pagarés y certificados de depósito a plazo que nos ofrecen los bancos. Son, por así decirlo, adquisiciones de uso diario: seguras, sencillas, de bajo precio y de bajo rendimiento en el caso de las inversiones.

Siempre es conveniente comparar entre las diferentes opciones que existen en el mercado, pues las diferencias en precio son significativas, y ¡hay que aprovechar las ofertas! Lo mismo aplica a las inversiones; si no, sólo hay que ver en la sección financiera del periódico las enormes diferencias en rendimientos que para el mismo tipo de depósito a plazo ofrecen los diferentes bancos.

Las operadoras de fondos de inversiones pueden ser comparadas con las boutiques Guess, Zara o Julio, para ilustrar el ejemplo; ofrecen un producto más sofisticado y confeccionado de acuerdo a especificidades (aunque en ocasiones genéricas) de ciertos sectores de la población.

Al igual que las boutiques cuando se ponen en oferta los fines de temporada, los fondos de inversión se buscan en función de los mejores rendimientos existentes en el mercado de dinero (fondos de deuda), a mercados tales como la Bolsa de Valores (fondos comunes), los de divisas internacionales (fondos de cobertura), y otros altamente especializados como pueden ser los de bienes raíces.

Por último, tenemos la inversión directa en la Bolsa de Valores, el mexder (nuestro nuevo mercado de productos derivados) y el acceso a los mercados internacionales de capitales, commodities entre otros. Es como la compra de un traje Hugo Boss o un modelo confeccionado por Galliano o Karl Lagerfeld: el producto es altamente sofisticado y sólo se puede acceder teniendo una base robusta de capital, que además conlleva un nivel elevado de riesgo. Como todo en la vida, a mayor ganancia, mayor riesgo. Y si no estamos convencidas, sólo hay que oír los comentarios de los críticos de modas en eventos como puede ser la entrega de los Oscar del cine.

EN MI OPINION:

Me gustó el artículo ya que trata todo esto de las inversiones desde un punto de vista mucho más ligth y fácil de entender, desgraciadamente los rendimientos en cuanto a inversiones a plazos fijos o en cuentas de ahorros son mínimos, comparados con la cantidad de de intereses que las instituciones bancarias nos cobran por COMISIONES, INTERESES Y EXPEDICION EN LAS TARJETAS DE CREDITO, La única ventaja que yo encuentro sería que NO TE ARRIESGAS a cargar EFECTIVO en tu bolsa.

Y en cuanto a las inversiones en la Bolsa de Valores, tal como el escritor lo menciona… sólo está al alcance de una muy selecta clase social en nuestro país.

MENDEZ LOPEZ ANA LEYDY.