¿Sirven de algo los nuevos etiquetados a productos alimenticios?
Expansión, S.A. de C.V.
En otros países donde se ha aplicado la medida, no hay impacto alguno en la venta de productos con altos niveles de azúcar, dice Fabián Ghirardelly.
(Expansión) - Es una de las grandes preguntas hoy en el mercado mexicano. En estas últimas semanas se ha discutido muchísimo sobre esto, pero la verdad es un tema muy nuevo en el mundo (así como se está planteando para México) y que seguramente debemos seguir discutiendo y estudiando.
Técnicamente se está intentando instrumentar un nuevo etiquetado en productos alimenticios que alerte a los consumidores sobre los niveles de azúcar, grasas saturadas, sodio y calorías de los productos que está comprando. Iniciativas similares ya se implementaron en otros países como Chile (el primero en hacerlo), Ecuador y Perú.
Pero, finalmente, ¿servirá de algo este tipo de alertas? Aquí está la discusión hoy en México y en el mundo.
Me gustaría comentar algunos puntos relevantes sobre lo que ya hemos aprendido en los países donde se implementaron medidas parecidas, para sumar a la discusión:
Tanta advertencia no funciona: Lo que ha sucedido en estos países es que los anaqueles se repletan de productos con sellos por todos lados. Es tal el nivel de bombardeo de sellos que la efectividad de esta advertencia se demerita significativamente.
Cero efecto en productos de indulgencia: En todos los productos que son consumidos justamente para consentirnos y de los cuales sabemos, por ejemplo, que tienen altos niveles de azúcar o calorías, esta iniciativa tiene prácticamente cero impacto.
Es interesante, puesto que donde seguramente más busca impactar este tipo de alertas, es donde menos impacto logran porque esta advertencia no es ninguna novedad para el comprador. Justamente el consumidor compra este tipo de productos para consentirse, por la sabrosa experiencia que obtiene.
Efectos más de corto que de largo plazo: Es interesante notar que, en la gran mayoría de las categorías, se ven efectos en el muy corto plazo (los primeros 2 o 3 meses de implementación) que luego se revierten en el largo plazo. La gran mayoría de las categorías luego recupera su volumen perdido.
Los etiquetados no terminan siendo una real influencia a la baja en los consumos en la gran mayoría de los productos
El mismo comprador reclama la receta original: Obviamente las compañías, para librarse de los sellos, cambian sus fórmulas. Cuando lo aplican, muchas de ellas terminan perdiendo compradores, puesto que, al cambiar la fórmula, modifican de manera significativa la calidad del producto y/o su sabor. Entonces el comprador castiga a las marcas bajando su nivel de compra. Muchas marcas entonces regresan a su “receta original”, con sellos, y recuperan su nivel de ventas.
Crecen segmentos light: Como una reacción natural, los compradores se vuelcan a comprar más productos de los segmentos bajos en azúcar, aunque dudo que en México así suceda puesto que este tipo de productos ha tenido históricamente bajo impacto en nuestro mercado si lo comparamos con el resto del mundo.
Podría comentar algunos puntos más, pero me parece que son ideas suficientes como para cuestionarnos si medidas de este tipo son las que estamos necesitando en nuestro país hoy.
En un entorno de cero crecimientos como el que estamos viviendo, seguramente estas medidas solo entrarán a confundir a los compradores y a afectar, al menos en el corto plazo, la actividad económica de un sector relevante de la economía nacional
Hoy en Chile, 3 años después de la implementación de estos sellos de advertencia, hay enormes dudas respecto al impacto que realmente está generando la medida en el mercado. Estas dudas no solo provienen del sector privado, sino también del sector público que impulsó esta iniciativa. Y las dudas surgen obviamente de la mano de los resultados concretos que se ven en el mercado luego de ya un tiempo relevante de implementación.
Seguramente necesitamos un mayor tiempo de discusión y reflexión sobre esta temática en nuestro mercado…tiempo que claramente que no nos estamos dando.
Alumna: Jimenez Vidal Lizbeth Natali
Grupo: 241
Hablo por mi y por mi familia cuando digo que no leemos las etiquetas nutricionales de absolutamente ningún articulo en el consumo del hogar, esto me hace pensar en lo irresponsable que somos al momento de cuidar nuestra salud, ya que si no nos importa que es lo que realmente consumimos, esto quiere decir que no nos importa nuestra salud.
Ahora pensándolo de una manera macro tiene un impacto aun mayor, ya que sin importar que tenga un letrero gigante donde nos diga las consecuencias tan graves que pueda llegar a tener el consumo de dicho producto, a la población le siga resultando un método inservible.
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